TEXTO :: IÑAKI MIGUEL CAMIO :: DV_21.10.16
El txoko loiolatarra del ron
Mañana a partir de las 22:30 horas tendrá lugar una degustación de esta bebida
FOTO :: Jorge Herrera, junto a algunos de sus más reseñables rones. :: I. M. C.
El cienfueguero Jorge Herrera ofrece hasta 200 tipos de ron en el bar Ardotxo, ‘el cubano’
Nunca antes ningún establecimiento en Loiola había albergado tantos rones, ni mucho menos todos ellos diferentes entre sí. El bar Ardotxo, ‘el cubano’ -como se conoce en Loiola- ofrece una carta de hasta 200 rones, a manos del sin igual cienfueguero Jorge Herrera. Reabrió esta pequeña pero coqueta taberna situada en la esquina entre Sierra de Aralar y Zubiondo, ofreciendo un buen ambiente, un buen servicio y un surtido insuperable de rones. Mañana ofrecerá una amplia degustación a partir de las 22:30 horas.
Jorge lleva en Loiola 10 años. Llegó a la residencia de La Salle en 2006, donde se hospedaba mientras, gracias a una beca, desarrollaba su doctorado en Tecnología y Formación en Comunicación en la Universidad del País Vasco. Gracias al difunto Hermano Nicolás de La Salle, trabajó en el centro en labores de mantenimiento, pero tres años más tarde se comenzó a introducir en la hostelería.
Fue en aquella época cuando vivió su primer capítulo detrás de una barra. «Fue trabajando en una boda. El encargado me dijo que me pusiera a servir bebidas», hace memoria Jorge. «Una chica me pidió un ‘orgasmo’, y me comencé a reír. Realmente no tenía ni idea de cómo se servía dicho cóctel», recuerda.
Demasiado ha llovido desde entonces, pues Jorge es hoy todo un experto en cócteles. «¡Jorge prepara los mejores mojitos de toda la ciudad!», exclama un cliente durante la entrevista.
La relación de Jorge Herrera y el ron se remonta a su infancia. «Mi abuelo me metió en el mundo del ron a los 7 años. Cada domingo él y mi padre se juntaban en la cocina de casa y se bebían una botella deron. En uno de los encuentros familiares, mi abuelo me llamó y me invitó a beber el culín de ron que quedaba en su vaso. Me gustó, y aquello se convirtió en rutina desde entonces», narra Jorge. Como se constata en este episodio, el ron está inmerso en la cultura cubana.
Hablar de ron es hablar de corsarios y piratas, de saqueos, y de grandes celebraciones en las que se brindaba con ron, también conocido como ‘rumbullión’ o ‘matadiablo’. Pero en verdad se remonta a tiempos de la antigua Grecia. Como explica Jorge, «el ron es un destilado de la caña de azúcar por fermentación, que posteriormente puede o no estar sometido a procesos de añejamiento, generalmente en barricas de roble. Su elaboración es interesante, pues puede ser con el jugo de la caña de azúcar debidamente prensada, con jarabe concentrado del jugode la caña de azúcar; con melazas, o bien puede ser de una mezcla de dos de estos tres productos».
Pero hay numerosas variaciones en la elaboración del ron, según cada país, zona, los ingredientes y las distintas destilaciones empleadas. Tienen gran importancia las materias primas, la fermentación y el envejecimiento. Pueden llegarnos en distintos colores y sabores, pero siempre con su característico paladar, que lo convierte en insustituible para determinados cócteles y en bebida exquisita para sus consumidores.
Nunca antes ningún establecimiento en Loiola había albergado tantos rones, ni mucho menos todos ellos diferentes entre sí. El bar Ardotxo, ‘el cubano’ -como se conoce en Loiola- ofrece una carta de hasta 200 rones, a manos del sin igual cienfueguero Jorge Herrera. Reabrió esta pequeña pero coqueta taberna situada en la esquina entre Sierra de Aralar y Zubiondo, ofreciendo un buen ambiente, un buen servicio y un surtido insuperable de rones. Mañana ofrecerá una amplia degustación a partir de las 22:30 horas.
Jorge lleva en Loiola 10 años. Llegó a la residencia de La Salle en 2006, donde se hospedaba mientras, gracias a una beca, desarrollaba su doctorado en Tecnología y Formación en Comunicación en la Universidad del País Vasco. Gracias al difunto Hermano Nicolás de La Salle, trabajó en el centro en labores de mantenimiento, pero tres años más tarde se comenzó a introducir en la hostelería.
Fue en aquella época cuando vivió su primer capítulo detrás de una barra. «Fue trabajando en una boda. El encargado me dijo que me pusiera a servir bebidas», hace memoria Jorge. «Una chica me pidió un ‘orgasmo’, y me comencé a reír. Realmente no tenía ni idea de cómo se servía dicho cóctel», recuerda.
Demasiado ha llovido desde entonces, pues Jorge es hoy todo un experto en cócteles. «¡Jorge prepara los mejores mojitos de toda la ciudad!», exclama un cliente durante la entrevista.
La relación de Jorge Herrera y el ron se remonta a su infancia. «Mi abuelo me metió en el mundo del ron a los 7 años. Cada domingo él y mi padre se juntaban en la cocina de casa y se bebían una botella deron. En uno de los encuentros familiares, mi abuelo me llamó y me invitó a beber el culín de ron que quedaba en su vaso. Me gustó, y aquello se convirtió en rutina desde entonces», narra Jorge. Como se constata en este episodio, el ron está inmerso en la cultura cubana.
Hablar de ron es hablar de corsarios y piratas, de saqueos, y de grandes celebraciones en las que se brindaba con ron, también conocido como ‘rumbullión’ o ‘matadiablo’. Pero en verdad se remonta a tiempos de la antigua Grecia. Como explica Jorge, «el ron es un destilado de la caña de azúcar por fermentación, que posteriormente puede o no estar sometido a procesos de añejamiento, generalmente en barricas de roble. Su elaboración es interesante, pues puede ser con el jugo de la caña de azúcar debidamente prensada, con jarabe concentrado del jugode la caña de azúcar; con melazas, o bien puede ser de una mezcla de dos de estos tres productos».
Pero hay numerosas variaciones en la elaboración del ron, según cada país, zona, los ingredientes y las distintas destilaciones empleadas. Tienen gran importancia las materias primas, la fermentación y el envejecimiento. Pueden llegarnos en distintos colores y sabores, pero siempre con su característico paladar, que lo convierte en insustituible para determinados cócteles y en bebida exquisita para sus consumidores.