Un corto con mucha
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TEXTO :: IÑAKI MIGUEL CAMIO :: DV_4.6.15
Contaba La Voz de Guipúzcoa del día 24 de octubre de 1916: «Conforme estaba anunciado, a la tres y media de la tarde se verificó con gran solemnidad el acto de colocar la primera piedra del grupo de casas baratas que la subcomisión del homenaje a la Reina doña María Cristina construirá en el inmediato valle de Loyola».
El relato continúa. «Para antes de dicha hora se encontraban ya en el indicado lugar la corporación municipal, maceros, el Capitán General señor Marqués de Valtierra, los gobernadores civil y militar, comisiones de la Diputación, Audiencia, Instituto, y otros centros oficiales y representaciones civiles, militares y eclesiásticas, además de la subcomisión organizadora, compuesta por los señores Picavea, Aristeguieta, Laffitte y Loyarte».
«A la hora señalada llegó en automóvil la reina doña María Cristina, acompañada de la marquesa de Montezuma y de su secretario, el señor conde de Aguilar, siendo recibida por las autoridades y personalidades allí congregadas».
El diario agregaba: «Inmediatamente comenzó el acto. Con arreglo al ritual acostumbrado, el notario don Emilio Fernández Sánchez, otorgó el acta, que fue firmada por la reina y las autoridades, y una vez encerrada en una caja con monedas y los periódicos locales del día, fue colocada en un hueco abierto al efecto en la piedra».
Y concluía: «Tras ser bendecida ésta por el cura párroco de San Ignacio, fue colocada en el sitio señalado, echando la reina la primera paletada de cemento con una paleta de plata, «que fue entregada por el alcalde señor Inciarte».
La primera piedra
Todo ello fue lo que escenificó el sábado en Loiola como parte de programa Olatu Talka, coordinado por Jon Urbieta, responsable de la Casa. La historia comienza con la localización de un minuto y medio de película en la Filmoteca Vasca, donde en su base documental dormía el solemne momento de firma de actas y colocación de la primera piedra de la Ciudad Jardín actual.
Sobre las nueve de la mañana fueron convocados numerosos «notables» del barrio; gentes de toda condición y edad, para interpretar diferentes papeles artísticos para que en un corto, dirigido por Aritz Moreno y su equipo, diera vida a los noventa segundos de blanco y negro.
La Casa de Cultura a primera hora de la mañana era un ir y venir de gente nerviosa. Pilar Aycart junto a Pili Jauregi y su equipo se encargaron de que todos los personajes fueran con su atuendo correcto: pelo, bigotes, medallas, fajines, gorros, etc. Los más espectaculares fueron los maceros y generales militares, quienes con ropa cedida para la ocasión por el Ayuntamiento, dieron al evento más realismo si cabe. No fueron menos las autoridades y vecinos que lucieron con elegancia y solemnidad sus prendas.
La acción se desarrolló durante cerca de seis horas en un plató improvisado al aire libre en diferentes puntos de la plaza de Atari Eder. La película fue seccionada en varios momentos: presentación del proyecto a la Reina, paseíllo de autoridades, colocación de la piedra, y firma de las actas.
Aritz Moreno y su equipo hicieron repetir varias veces cada toma, hasta quedar la escena como deseaban. Los vecinos quedaron encantados de esta experiencia, pasando unas horas con buen humor y camaradería.
Actores loiolatarras
El cortejo inicial lo abrían los maceros Txato, Beloki, Eneko y Goñi, ataviados como merecía la ocasión. Seguía Inma Ramos interpretando solemnemente a la reina doña María Cristina. Por detrás Nene y Jimi, a pocos pasos Miren Aranzabal, como marquesa de Montezuma; detrás como alcalde Iñaki Miguel; a sus espaldas concejales y autoridades junto con el párroco Esteban Munilla, que, acompañado de tres monaguillos cerraba el cortejo; Kepa y Titin bordaron su papel en el momento de colocación de la piedra. El corto, de carácter histórico, incluirá algunas escenas de reivindicación social por parte de los participantes, como el emblema ‘Berdintasuna’ o el eslogan ‘Loiola existe, lanak bukatu’.
El corto será presentado posiblemente en las fiestas patronales de San Ignacio el 31 de julio.
El relato continúa. «Para antes de dicha hora se encontraban ya en el indicado lugar la corporación municipal, maceros, el Capitán General señor Marqués de Valtierra, los gobernadores civil y militar, comisiones de la Diputación, Audiencia, Instituto, y otros centros oficiales y representaciones civiles, militares y eclesiásticas, además de la subcomisión organizadora, compuesta por los señores Picavea, Aristeguieta, Laffitte y Loyarte».
«A la hora señalada llegó en automóvil la reina doña María Cristina, acompañada de la marquesa de Montezuma y de su secretario, el señor conde de Aguilar, siendo recibida por las autoridades y personalidades allí congregadas».
El diario agregaba: «Inmediatamente comenzó el acto. Con arreglo al ritual acostumbrado, el notario don Emilio Fernández Sánchez, otorgó el acta, que fue firmada por la reina y las autoridades, y una vez encerrada en una caja con monedas y los periódicos locales del día, fue colocada en un hueco abierto al efecto en la piedra».
Y concluía: «Tras ser bendecida ésta por el cura párroco de San Ignacio, fue colocada en el sitio señalado, echando la reina la primera paletada de cemento con una paleta de plata, «que fue entregada por el alcalde señor Inciarte».
La primera piedra
Todo ello fue lo que escenificó el sábado en Loiola como parte de programa Olatu Talka, coordinado por Jon Urbieta, responsable de la Casa. La historia comienza con la localización de un minuto y medio de película en la Filmoteca Vasca, donde en su base documental dormía el solemne momento de firma de actas y colocación de la primera piedra de la Ciudad Jardín actual.
Sobre las nueve de la mañana fueron convocados numerosos «notables» del barrio; gentes de toda condición y edad, para interpretar diferentes papeles artísticos para que en un corto, dirigido por Aritz Moreno y su equipo, diera vida a los noventa segundos de blanco y negro.
La Casa de Cultura a primera hora de la mañana era un ir y venir de gente nerviosa. Pilar Aycart junto a Pili Jauregi y su equipo se encargaron de que todos los personajes fueran con su atuendo correcto: pelo, bigotes, medallas, fajines, gorros, etc. Los más espectaculares fueron los maceros y generales militares, quienes con ropa cedida para la ocasión por el Ayuntamiento, dieron al evento más realismo si cabe. No fueron menos las autoridades y vecinos que lucieron con elegancia y solemnidad sus prendas.
La acción se desarrolló durante cerca de seis horas en un plató improvisado al aire libre en diferentes puntos de la plaza de Atari Eder. La película fue seccionada en varios momentos: presentación del proyecto a la Reina, paseíllo de autoridades, colocación de la piedra, y firma de las actas.
Aritz Moreno y su equipo hicieron repetir varias veces cada toma, hasta quedar la escena como deseaban. Los vecinos quedaron encantados de esta experiencia, pasando unas horas con buen humor y camaradería.
Actores loiolatarras
El cortejo inicial lo abrían los maceros Txato, Beloki, Eneko y Goñi, ataviados como merecía la ocasión. Seguía Inma Ramos interpretando solemnemente a la reina doña María Cristina. Por detrás Nene y Jimi, a pocos pasos Miren Aranzabal, como marquesa de Montezuma; detrás como alcalde Iñaki Miguel; a sus espaldas concejales y autoridades junto con el párroco Esteban Munilla, que, acompañado de tres monaguillos cerraba el cortejo; Kepa y Titin bordaron su papel en el momento de colocación de la piedra. El corto, de carácter histórico, incluirá algunas escenas de reivindicación social por parte de los participantes, como el emblema ‘Berdintasuna’ o el eslogan ‘Loiola existe, lanak bukatu’.
El corto será presentado posiblemente en las fiestas patronales de San Ignacio el 31 de julio.